En la era digital, confiamos en la tecnología para tomar decisiones que antes eran solo humanas: reclutar personal, diagnosticar enfermedades, conceder créditos, o filtrar información en redes sociales. Pensamos que los sistemas informáticos son precisos y objetivos, pero la tecnología no es neutral. Los sesgos informáticos aparecen cuando los programas, datos o algoritmos generan resultados parciales o discriminatorios. Esta entrada te ofrece un recorrido práctico y reflexivo sobre cómo surgen estos sesgos, dónde los encontramos (desde bases de datos hasta la inteligencia artificial) y cómo podemos enfrentarlos.