Un autómata programable industrial (API o PLC) es un equipo electrónico de control con un cableado interno independiente del proceso a controlar, que se adapta a dicho proceso mediante un programa específico que contiene la secuencia de operaciones a realizar. Estas operaciones actúan sobre señales de entrada y salida, conectadas a los bornes del autómata. Estas señales de entrada pueden proceder de elementos digitales o analógicos. Las señales de salida son órdenes digitales (presencia o ausencia) o analógicas de tensión o corriente, que se envían a los diversos elementos indicadores y actuadores del proceso. El autómata se encarga de controlar las señales de salida según el programa de control previamente establecido y almacenado en memoria, a partir del estado de las variables de entrada. Una característica que diferencia los API frente a otros es la estandarización de su hardware, que permite la configuración de sistemas de control a medida. Los Autómatas programables se componen de una CPU o unidad central de proceso, memoria interna, memoria del programa, interface de salida y entrada además de una fuente de alimentación.