El llamado estilo Ghibli nace del estudio japonés Studio Ghibli, fundado por Hayao Miyazaki e Isao Takahata. Es mucho más que una forma de animar: es una mirada poética hacia la vida cotidiana, mezclando lo fantástico con lo real de una manera única. Se caracteriza por paisajes pintados a mano, personajes complejos, silencios que hablan y una sensibilidad ecológica y emocional que rara vez se ve en el cine. Miyazaki, en especial, ha sido el alma de este estilo, imprimiendo en cada obra sus recuerdos, sus miedos y su amor por lo simple. Siempre me ha fascinado el estilo Ghibli. Hay algo en esas películas que va más allá de la animación: es una sensibilidad especial, una forma de ver el mundo con calma, con detalle, con emoción. Los fondos dibujados a mano, la luz que parece natural, los personajes que respiran humanidad… Todo en Ghibli transmite alma. 🎨 ¿Qué lo hace tan especial? Para mí, el estilo Ghibli no es solo una estética bonita. Es una filosofía. Colores suaves, ritmo pausado, personajes femeninos fuertes pero vulnerables, y una conexión profunda con la naturaleza. Es arte que no solo se ve, sino que se siente.