El llamado estilo Ghibli nace del estudio japonés Studio Ghibli, fundado por Hayao Miyazaki e Isao Takahata. Es mucho más que una forma de animar: es una mirada poética hacia la vida cotidiana, mezclando lo fantástico con lo real de una manera única. Se caracteriza por paisajes pintados a mano, personajes complejos, silencios que hablan y una sensibilidad ecológica y emocional que rara vez se ve en el cine. Miyazaki, en especial, ha sido el alma de este estilo, imprimiendo en cada obra sus recuerdos, sus miedos y su amor por lo simple.
Siempre me ha fascinado el estilo Ghibli. Hay algo en esas películas que va más allá de la animación: es una sensibilidad especial, una forma de ver el mundo con calma, con detalle, con emoción. Los fondos dibujados a mano, la luz que parece natural, los personajes que respiran humanidad… Todo en Ghibli transmite alma.
🎨 ¿Qué lo hace tan especial?
Para mí, el estilo Ghibli no es solo una estética bonita. Es una filosofía. Colores suaves, ritmo pausado, personajes femeninos fuertes pero vulnerables, y una conexión profunda con la naturaleza. Es arte que no solo se ve, sino que se siente.
🤖 La polémica con la inteligencia artificial
Últimamente, he visto cómo la inteligencia artificial empieza a generar imágenes “estilo Ghibli” con solo escribir una frase. Y sí, algunas son visualmente impresionantes. Pero ¿dónde queda el alma en todo eso? Miyazaki ya lo dijo en su día: para él, este tipo de tecnología es una “afrenta a la vida misma”.
La IA puede imitar formas, pero no emociones. No puede recordar su infancia, ni dibujar desde el dolor o la alegría. Solo repite patrones.
🧠 Y ahora también el plagio con ChatGPT
En estos días se habla mucho del uso de herramientas como ChatGPT para hacer trabajos académicos. Se han detectado casos de estudiantes que entregan textos hechos con IA, y claro, se plantea el problema del plagio. Pero el debate va más allá: ¿es escribir sin esfuerzo lo mismo que crear? ¿Qué pasa con la originalidad, con el proceso, con el aprendizaje?
Además, hay denuncias legales contra OpenAI por usar contenido protegido en sus modelos. Y eso también me hace pensar: ¿hasta qué punto estamos cruzando una línea?
🔍 Mi conclusión
No estoy en contra de la tecnología. Al contrario, creo que bien usada puede ser una aliada. Pero cuando se trata de arte, creatividad y expresión, hay algo que la IA no puede reemplazar: el alma humana.
El estilo Ghibli no está en los filtros ni en los trazos: está en el corazón del que lo crea.