El 2024 será recordado como un año decisivo en la evolución tecnológica, un periodo en el que los avances en inteligencia artificial, computación cuántica, conectividad global y sostenibilidad tecnológica marcaron un antes y un después en la forma en que las personas, las empresas y las industrias interactúan con la tecnología. Este año no solo fue testigo de grandes innovaciones, sino también de cómo estas comenzaron a integrarse en nuestra vida diaria, resolviendo desafíos globales y ampliando las fronteras de lo posible. En el ámbito de la inteligencia artificial, el desarrollo de herramientas generativas como GPT-4.5 y los avances en hiperautomatización revolucionaron industrias completas, desde el marketing hasta la salud. En paralelo, la computación cuántica se acercó a aplicaciones comerciales, ofreciendo soluciones que la informática tradicional nunca podría alcanzar. Por su parte, la promesa del 6G y la masificación del Internet de las Cosas (IoT) abrieron las puertas a una conectividad global sin precedentes, mientras que la lucha contra los crecientes riesgos cibernéticos llevó a adoptar estrategias más inteligentes y proactivas. El mundo del hardware no se quedó atrás: la introducción de chips de 3 nm y GPUs de alta potencia marcaron un hito en eficiencia y rendimiento, impulsando tanto el desarrollo de inteligencia artificial como la computación personal. En el sector automotriz, los vehículos autónomos y eléctricos no solo ganaron terreno, sino que se establecieron como la norma para un futuro más sostenible. La realidad extendida (XR), que engloba tecnologías de realidad aumentada y virtual, también vivió un auge, migrando del concepto del metaverso hacia aplicaciones prácticas que mejoran la productividad, la educación y el entretenimiento. Finalmente, 2024 fue un año clave para la sostenibilidad tecnológica. Desde centros de datos más ecológicos hasta modelos de economía circular en la producción de hardware, las empresas comenzaron a priorizar el impacto