La Inteligencia Artificial (IA) está transformando el mundo, pero a medida que avanza, surgen serios desafíos relacionados con su impacto energético y su sostenibilidad. Como se menciona en Matrix: “El cuerpo humano genera más electricidad que una batería de 120 voltios y más de 25.000 BTU de calor corporal. Se nos cultiva como pilas.” Esta idea, aunque ficticia, puede considerarse una acertada predicción del problema energético actual causado por las máquinas, no solo en términos de cálculo sino también en el consumo masivo de recursos. ¿Podría el desarrollo descontrolado de la IA conducirnos a un escenario parecido al de Matrix, donde las máquinas superan los límites de los recursos y nuestra capacidad para gestionarlas?