La inteligencia artificial ha pasado de ser una novedad a convertirse en un pilar fundamental en múltiples industrias. Desde automatización hasta creatividad, las empresas han confiado en soluciones como OpenAI, MidJourney, Querk 2.5, Claude y Deepseek para potenciar sus operaciones. Pero hay una verdad que muchos prefieren ignorar: la IA no es infalible, y sus proveedores tampoco. Un reciente incidente con la API de Deepseek, que dejó a sus usuarios sin acceso a sus modelos, es solo la punta del iceberg. No es la primera vez que algo así sucede. OpenAI ha restringido accesos en momentos clave, MidJourney ha colapsado por saturación de servidores, Claude ha presentado respuestas inestables y Querk 2.5 ha mostrado caídas inesperadas. El problema no es solo confiar en un proveedor. El problema es depender de varios, cuando todos son frágiles.