La computación cuántica representa una revolución en el mundo de la tecnología, prometiendo superar los límites de la computación clásica mediante el aprovechamiento de principios cuánticos. En su núcleo, esta innovadora forma de computación utiliza qubits en lugar de los tradicionales bits, permitiendo procesar información a velocidades inimaginables y resolver problemas que hoy en día serían imposibles de abordar en tiempos razonables.
Esta entrada de blog pretende introducir a los lectores en el fascinante mundo de la computación cuántica, explicando sus fundamentos, cómo se diferencia de la computación clásica y el impacto potencial que podría tener en diversas áreas como la criptografía, la investigación farmacéutica, la inteligencia artificial, etc. A través de una exploración de sus conceptos básicos y aplicaciones futuras, se busca proporcionar una visión clara y accesible de lo que la computación cuántica promete para el futuro de la tecnología.
La computación cuántica difiere significativamente de la computación clásica o “normal” en varios aspectos fundamentales, cada uno de los cuales tiene implicaciones profundas para lo que las computadoras pueden hacer y cómo lo hacen. Aquí están las diferencias principales:
- Unidades básicas de información:
- Computación Clásica: Utiliza bits como la unidad básica de información, que puede estar en uno de dos estados, 0 o 1.
- Computación Cuántica: Emplea qubits, que pueden estar en un estado de superposición, permitiéndoles representar 0, 1, o cualquier superposición de ambos estados simultáneamente.
- Procesamiento de información:
- Computación Clásica: Los bits se procesan de manera secuencial o paralela, y cada operación afecta a un bit o un conjunto predecible de bits.
- Computación Cuántica: Los qubits pueden estar entrelazados, lo que significa que el estado de un qubit puede depender del estado de otro, no importa la distancia que los separe. Esto permite realizar operaciones complejas y paralelas a una escala mucho mayor.
- Escala y rendimiento:
- Computación Clásica: El aumento de rendimiento generalmente se logra aumentando el número de bits, la velocidad del procesador o la eficiencia del algoritmo.
- Computación Cuántica: El entrelazamiento y la superposición permiten que una computadora cuántica examine una vasta cantidad de posibilidades simultáneamente, lo que puede hacer que ciertos tipos de cálculos sean exponencialmente más rápidos.
- Tipos de problemas abordados:
- Computación Clásica: Eficiente para la mayoría de las tareas diarias, como el procesamiento de textos, la navegación web y la ejecución de bases de datos.
- Computación Cuántica: Potencialmente revolucionaria para problemas que requieren la exploración de muchas combinaciones o posibilidades, como la simulación de moléculas para el descubrimiento de fármacos, la optimización de sistemas complejos y la factorización de números grandes.
- Estabilidad y error:
- Computación Clásica: Relativamente estable, con errores manejables y bien entendidos que se pueden corregir mediante técnicas de redundancia y corrección de errores.
- Computación Cuántica: Susceptible a errores debido a la decoherencia cuántica y las interacciones con el medio ambiente. El desarrollo de algoritmos de corrección de errores cuánticos es un área de investigación activa.
En resumen, mientras que la computación clásica sigue siendo la columna vertebral de nuestras interacciones y operaciones diarias con la tecnología, la computación cuántica promete abrir nuevos horizontes en la ciencia y la tecnología, permitiéndonos abordar problemas que hoy en día serían inabordables o requerirían tiempos de cálculo impracticables.
Velocidad de los ordenadores cuánticos.
La velocidad de los ordenadores cuánticos no se mide de la misma manera que la de los ordenadores clásicos. En la computación clásica, la velocidad se puede medir en términos de la frecuencia de reloj (gigahertz, o GHz) y se refiere a cuántas operaciones por segundo puede realizar una CPU. Sin embargo, en la computación cuántica, esta comparación directa no es aplicable porque los ordenadores cuánticos no funcionan de manera secuencial como los clásicos.
En la computación cuántica, el concepto de “velocidad” se relaciona más con la capacidad de resolver ciertos problemas mucho más rápido que los mejores superordenadores clásicos. Por ejemplo, un algoritmo cuántico bien conocido, el algoritmo de Shor, puede factorizar números grandes de manera exponencialmente más rápida que el mejor algoritmo clásico conocido. Esto no significa que un ordenador cuántico realice operaciones básicas más rápidamente, sino que puede llegar a la solución de ciertos problemas en muchos menos pasos.
En cuanto a la existencia de ordenadores cuánticos, sí, actualmente existen, pero están en etapas muy variadas de desarrollo y son en su mayoría herramientas de investigación. Empresas como IBM, Google, y D-Wave han construido y operan ordenadores cuánticos. Por ejemplo:
- IBM ha estado a la vanguardia en la fabricación de ordenadores cuánticos y ofrece acceso a algunos de sus sistemas cuánticos a través de la nube para fines de investigación y exploración.
- Google anunció en 2019 que había logrado la “supremacía cuántica” con su procesador cuántico Sycamore, afirmando que realizó una tarea específica que sería inviable para los mejores superordenadores clásicos en un tiempo razonable.
- D-Wave se enfoca en la computación cuántica adiabática y ha vendido ordenadores cuánticos a clientes comerciales y de investigación, aunque estos están diseñados para un tipo específico de problemas de optimización.
Cabe destacar que los ordenadores cuánticos actuales son bastante especializados y no están listos para reemplazar a los ordenadores clásicos en la mayoría de las aplicaciones. Además, son propensos a errores y requieren condiciones de operación extremadamente controladas, como bajas temperaturas y aislamiento de interferencias externas. Aunque hay avances significativos en este campo, todavía estamos en las primeras fases de la computación cuántica, explorando su potencial y tratando de superar sus numerosos desafíos técnicos.
Sistema operativo de un ordenador Cuántico
Los ordenadores cuánticos no utilizan sistemas operativos en el sentido tradicional como los ordenadores clásicos. En los ordenadores clásicos, los sistemas operativos como Windows, macOS o Linux gestionan los recursos del hardware, proporcionan interfaces de usuario y facilitan la ejecución de software. Sin embargo, la naturaleza y el propósito de los ordenadores cuánticos son fundamentalmente diferentes, y su “sistema operativo” no se parece en nada a lo que estamos acostumbrados.
En lugar de un sistema operativo convencional, los ordenadores cuánticos operan con lo que podría considerarse como una capa de control de bajo nivel que gestiona las interacciones entre el hardware cuántico (los qubits y las operaciones sobre ellos) y el software cuántico. Esta capa de control realiza funciones como:
- Inicialización de Qubits: Preparar los qubits en un estado inicial conocido antes de ejecutar algoritmos cuánticos.
- Secuenciación de Puertas Cuánticas: Ejecutar una serie de operaciones cuánticas (puertas) sobre los qubits para realizar cálculos.
- Medición: Realizar la medición de los qubits al final del cálculo y extraer la información en forma clásica.
- Corrección de Errores: Aplicar técnicas para detectar y corregir errores en los qubits durante los cálculos.
Aunque no es un “sistema operativo” en el sentido tradicional, algunas plataformas y frameworks de software están diseñados para facilitar la programación y operación de ordenadores cuánticos. Por ejemplo:
- Qiskit: Desarrollado por IBM, es un framework de código abierto para trabajar con ordenadores cuánticos a diferentes niveles, desde la creación de circuitos cuánticos hasta la ejecución de experimentos cuánticos en simuladores o en hardware real.
- Cirq: Desarrollado por Google, es otro framework de código abierto que permite a los usuarios diseñar, simular y ejecutar algoritmos cuánticos en diferentes tipos de hardware cuántico, incluido su propio procesador cuántico Sycamore.
- Ocean Software: D-Wave proporciona este paquete de software para programar y utilizar sus ordenadores cuánticos adiabáticos, centrados en la resolución de problemas de optimización.
Estos frameworks y herramientas proporcionan una capa de abstracción que permite a los desarrolladores y científicos trabajar con hardware cuántico sin necesidad de interactuar directamente con la complejidad del bajo nivel de las operaciones cuánticas. A medida que la tecnología cuántica evoluciona, es posible que veamos el desarrollo de sistemas más avanzados que podrían compararse más estrechamente con los sistemas operativos tradicionales en términos de funcionalidad y abstracción.