En un mundo donde descargar un archivo o abrir un correo puede poner en riesgo todo tu equipo, Windows ofrece una herramienta poderosa, aunque poco conocida, que debería ser indispensable para cualquier usuario que valore la seguridad: Windows Sandbox.

Se trata de una función disponible exclusivamente en las ediciones Windows 10 Pro, Enterprise y Windows 11 Pro que permite crear un entorno virtual aislado dentro de tu propio sistema operativo. Es como tener una copia limpia y temporal de Windows lista para experimentar, probar programas desconocidos, abrir archivos sospechosos o navegar por sitios web peligrosos sin ningún tipo de riesgo.

La gran ventaja es que nada de lo que hagas dentro de Windows Sandbox afectará a tu equipo real. Cuando cierras la ventana, todo lo que ocurrió allí —instalaciones, descargas, cambios— se elimina por completo. Sin complicaciones, sin residuos, y sin necesidad de crear una máquina virtual compleja.

Esta herramienta convierte a tu PC en un verdadero laboratorio de pruebas, donde puedes actuar con total libertad y confianza, sabiendo que tu sistema principal permanecerá limpio y seguro.

Pero recuerda: Windows Sandbox no está disponible para usuarios de Windows Home. Solo quienes tienen ediciones profesionales o empresariales tienen acceso a esta joya de seguridad.

A continuación, te explico cómo activarlo, cómo funciona internamente y cómo puedes personalizarlo para llevar tu experiencia de protección al siguiente nivel.

🛡️ ¿Qué es y para qué sirve Windows Sandbox?

Imagina una mini instalación de Windows que arranca como si fuera una aplicación más.
Todo lo que hagas dentro (instalar programas, abrir archivos, navegar…) se destruye automáticamente cuando cierras el Sandbox, sin dejar rastro en tu computadora.

Casos de uso más comunes:

• Probar software desconocido o descargado de internet.
• Analizar adjuntos sospechosos de correos electrónicos.
• Visitar páginas potencialmente peligrosas.
• Ensayar configuraciones sin afectar tu Windows principal.

⚙️ Requisitos para usar Windows Sandbox

Para poder activar Windows Sandbox necesitas:

• Versión de Windows compatible: Windows 10 Pro, Enterprise o Windows 11 Pro, Enterprise.
• Procesador compatible con virtualización (VT-x para Intel, AMD-V para AMD).
• Virtualización activada en BIOS/UEFI.
• Al menos 4 GB de RAM (8 GB o más recomendados).
• Al menos 1 GB de espacio libre en disco.
• Procesador de 2 núcleos mínimo (se recomiendan 4 núcleos o más).

🚀 ¿Cómo activar Windows Sandbox?

• Pulsa Windows + S, escribe “Activar o desactivar características de Windows”.
• Busca y marca la casilla Windows Sandbox.
• Pulsa Aceptar y reinicia si el sistema lo solicita.

O, más rápido aún, por consola:

Una vez activado, simplemente abre el menú inicio, escribe “Sandbox” y ejecútalo.

🔥 ¿Qué pasa dentro de Sandbox?

Tendrás un escritorio de Windows limpio:

• Sin programas instalados (salvo básicos).
• Sin acceso automático a tus archivos reales.
• Con acceso a Internet (si lo permites).

Es un entorno 100% seguro donde puedes hacer experimentos, sabiendo que al cerrar Sandbox, todo se elimina automáticamente.

🛠️ ¿Se puede personalizar?

Sí. Puedes crear archivos .wsb para configurar Sandbox:

• Montar carpetas específicas.
• Bloquear o permitir acceso a red.
• Definir ajustes avanzados.

Un ejemplo básico:

Esto haría visible tu carpeta C:\SandboxTests dentro del Sandbox como solo lectura.

📌 Ventajas de Windows Sandbox

Conclusión

Windows Sandbox es una herramienta imprescindible para quienes quieren experimentar, probar y trabajar sin riesgos en su equipo principal.
Recuerda: necesitas Windows Pro o Enterprise para disfrutar de esta función.
Una pequeña gran joya de seguridad… escondida a simple vista.

Sandbox